El ojo rojo en perros y gatos: ¿Debo acudir al veterinario?

El ojo rojo en perros y gatos: ¿Debo acudir al veterinario?

El ojo rojo es una afección bastante común en perros y gatos. Se manifiesta como un enrojecimiento en la parte blanca del ojo, que se produce al inflamarse los vasos sanguíneos que contiene.  Normalmente los dueños de las mascotas, suelen quitarle importancia y esperan a que se recupere por si mismo, sin embargo, en muchas ocasiones el ojo rojo suele ser síntoma de enfermedades subyacentes que podrían ser graves, por lo que se recomienda acudir al veterinario si observa que el enrojecimiento del ojo persiste durante más de 24 horas para poder diagnosticar el problema.

Algunos de los distintos tipos de ojo rojo en perros y gatos

  • Conjuntivitis – Inflamación de la conjuntiva (el fino tejido o membrana transparente que recubre la superficie externa del ojo). La conjuntivitis puede darse por alergias, una infección, o irritación. Existen diferentes tipos de conjuntivitis bacterianas, víricas o alérgicas, Las conjuntivitis causadas por bacterias suelen ser más frecuentes en perros y las provocadas por virus en los felinos. Dependiendo de las causas el tratamiento variará. Normalmente tras la medicación suele remitir en 24- 48 horas, pero es muy importante que sea supervisado por un veterinario que, tras valorarlo y realizar las pruebas pertinentes, pueda descartar alguna patología más grave que pueda causar una pérdida en la visión si no se detecta a tiempo.

En el caso de los perros, cuando la reacción se da por la oruga procesionaria del pino, se produce en el ojo mucha inflamación y dolor. Se recomienda una rápida actuación de limpieza y visitar al veterinario lo más urgente posible, ya que el animal puede perder la visión completamente por la reacción al contacto con este tipo de oruga.

  • Queratoconjuntivitis seca (QCS) – También conocida como síndrome del ojo seco. Es uno de los síntomas frecuentes de la Leishmania. El enrojecimiento se debe a una producción insuficiente de lágrimas y suele inflamarse la córnea por sequedad ocular. En la mayoría de los casos no suele diagnosticarse correctamente y puede tener graves consecuencias oculares. El tratamiento generalmente consiste en suministrar corticoides que serán siempre supervisados y recetados por un veterinario especialista o se administran lágrimas artificiales para el animal.
  • Uveítis: inflamación del iris o del cuerpo ciliar causada por una lesión, una infección o un cáncer. La uveítis en perros y gatos puede manifestarse en con dolor en la zona (el animal cierra el ojo), enrojecimiento ocular y cambios en el color del ojo. La terapia de la uveítis dependerá de la fase en la que esté, aunque por norma general suele ser con corticoides antiinflamatorias locales que serán suministrados o recomendados por veterinarios.
  • Glaucoma: Esta patología se produce por el aumento de la presión intraocular por un cúmulo de líquido que se encuentra en el interior del ojo que normalmente los ojos sanos expulsan, y en este caso se queda retenido en el ojo. El dolor en la zona suele ser una de las manifestaciones, además la pérdida de la visión en el animal. Sin embargo, en muchas ocasiones, perros y gatos suelen acostumbrarse a esta pérdida de visión y ser asintomático debido a la reducción progresiva del campo visual, por lo que es más difícil de detectar por parte de los dueños.

Las consecuencias de un glaucoma suelen ser graves, desembocando en ceguera permanente en uno o ambos ojos. Ante este tipo de enfermedad es de vital importancia los chequeos periódicos ya que, si no se trata a tiempo los daños pueden ser irreversibles.

El glaucoma en el caso de los perros es más común en ciertas razas como el Cocker Spaniel, el Basset Hound y el Shar Pei. y, en casos graves, el ojo puede incluso salir de la cuenca ocular. Es importante tratar el glaucoma de inmediato, ya que puede causar una pérdida irreversible de la visión y, en algunos casos, puede ser necesario el procedimiento quirúrgico de enucleación del ojo afectado. Los dueños de mascotas deben estar atentos a cualquier signo de molestia o dolor en los ojos de sus perros y acudir al veterinario de inmediato si notan algún síntoma como dolor, hinchazón o enrojecimiento.

Además de estas enfermedades, existen otras muchas asociadas al ojo rojo tanto en perros como gatos: úlcera corneal, tumores, blefaritis por inflación del párpado, etc.  Es por ello por lo que es de vital importancia chequeos periódicos en veterinarios.

La detección y prevención es clave para evitar que se perjudique la salud de nuestras mascotas. En Hospital Garbí contamos con veterinarios cualificados y expertos en Oftalmología y en detección y tratamiento de enfermedades oculares.

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En el Hospital Veterinario Garbí contamos con un servicio de oftalmología veterinaria en el que podemos tratar todo tipo de patologías relacionadas con los ojos.